Ragi kanji | Receta de mijo | #Ragijava
Firme y con sabor a nuez, el sabroso manchego ecológico de The Cheese Merchant se elabora artesanalmente con leche pura de oveja y se madura durante un mínimo de seis meses. El manchego procede de la zona de La Mancha y es perfecto para rallar, cocinar o disfrutar como parte de una deliciosa tabla de quesos.
Leche de oveja pasteurizada * , sal *, cloruro cálcico, cuajo animal, fermentos lácticos.* = producido según normas ecológicas.Para los alérgenos, incluidos los cereales que contienen gluten, consulte los ingredientes en negrita.
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Pajitas de queso con alcaravea, comino negro, sésamo y amapola
Llevo mucho tiempo enamorada de estos pequeños y crujientes bocados fritos de exquisitez. Para mí, saben a vacaciones españolas y a tardes todavía calientes por el sol. Mientras que muchos países hacen diferentes versiones de croquetas, yo he optado por los sabores de inspiración española del queso manchego y el chorizo para esta receta. En un principio, esperaba hacerlas con jamón ibérico, pero no pude conseguirlo; sin embargo, creo que sería un delicioso sustituto del chorizo si te apetece probarlo. Utilizo nuestra harina de espelta blanca para conseguir una salsa blanca y delicada, pero la harina normal también funciona muy bien.
Mezclar un poco de nuestra sémola de maíz o polenta Shipton Mill con el pan rallado añade un poco más de crujiente y mordacidad a la capa exterior. Yo utilizo pan rallado de masa madre por su sabor, pero hay que triturarlo muy finamente. El pan rallado Panko también funciona bien.
En una cacerola pequeña, calentar la leche, la sal y la pimienta y la nuez moscada hasta que se caliente, pero sin que llegue a hervir. Añadir la leche poco a poco a la mezcla de chalota y harina, removiendo con una cuchara de madera hasta que la mezcla espese y se despegue de las paredes de la cacerola (unos 10 minutos). Añadir el chorizo y el manchego y mezclar.
Frittata con boniato, espinacas y queso manchego
1. Derretir la mantequilla en una sartén de fondo grueso a fuego lento. Añadir la chalota, la cebolla para ensalada, el ajo y una pizca de sal y sofreír hasta que se ablanden pero no se coloreen, unos 8 minutos. Añadir el vino y 250 g de guisantes; rehogar a fuego lento durante otros 10 minutos.
3. 3. Añadir la avena y 200 ml de agua a la sartén y remover continuamente durante 10 minutos, hasta que la mezcla se haya unido y esté cocida. Debe tener el aspecto de una papilla de desayuno dura, por lo que hay que añadir un chorrito más de agua si se prefiere una consistencia más suelta. Añadir 30 g de manchego rallado, sazonar y retirar del fuego. Incorporar el puré de guisantes y perejil.
4. Poner un chorrito de aceite en una sartén a fuego fuerte. Cuando esté casi humeante, añadir los espárragos, salpimentar y freír unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que tomen color y estén tiernos; reservar. Añade un chorrito más de aceite y fríe los huevos. Repartir las gachas en platos o cuencos poco profundos. Cubre cada uno con los espárragos, una pizca más de queso, un huevo frito y un poco de pimienta.
Recambio de Bob’s Red Mill para la avena manchega
Existe una receta en la región española de La Mancha que es en realidad una variación de las gachas habituales. Su nombre es “Gachas”, “Gachas Manchegas” o Gachas Manchegas. Es un plato ancestral, preparado por la gente del campo desde hace siglos, y sus recuerdos se pierden en el tiempo. Es típico aquí en La Mancha, en el centro sur de España, y su componente principal es la harina de guisantes. Los ingredientes típicos de las gachas manchegas son harina de guisantes, agua, pimentón, sal, trozos de ajo y algún tipo de tocino de la zona.
Los guisantes forrajeros, una planta conocida como Lathyrus sativus, son endémicos de La Mancha. Aunque se consume desde hace siglos en La Mancha como parte de su receta típica, su uso como alimento para el consumo humano fue prohibido en 1967. Esto fue cambiado en 2018 por el gobierno regional a partir de estudios que demuestran que el consumo ocasional no es perjudicial, solo el sistemático. ¿Por qué es peligroso? Los guisantes de hierba contienen unos aminoácidos conocidos como la toxina ODAP. La ingestión de ODAP provoca la muerte de las neuronas motoras. El resultado es la parálisis y la atrofia muscular de los miembros inferiores. Esto sólo ocurre cuando los guisantes forrajeros se consumen a diario, en grandes cantidades, durante periodos de tiempo continuados. Por ello, las gachas de machego pueden consumirse perfectamente de forma ocasional, y se sirvieron, por ejemplo, como uno de los platos de la boda de mi padre.