Rigatoni ragú de ternera
Calentar una sartén grande y honda a fuego medio-alto. Añadir el AOVE, dar dos vueltas a la sartén y dorar la ternera durante 2-3 minutos. Añadir la zanahoria, la cebolla, el ajo y la hoja de laurel, sazonar con sal y pimienta, luego cocinar la mezcla 4-5 minutos más, revolviendo con frecuencia, para ablandar las verduras y combinar sabores.Deglaze la sartén con 1/2 taza de vino blanco, raspando todos los buenos bits de la parte inferior de la sartén. Cocer el alcohol del vino, 1-2 minutos. Añadir el caldo a la sartén y reducir el fuego a medio-bajo. Añada los tomates y deje que la salsa empiece a burbujear. Dejar cocer a fuego lento hasta el momento de servir. Añada la albahaca desgarrada y añada las hojas a la salsa caliente. Mezclar la pasta cocida caliente con el queso Parmigiano Reggiano. Mezclar la pasta caliente y el queso con el ragú de ternera en un bol grande o en una fuente. Servir con más queso para cubrir. Decorar el plato con hojas de albahaca.
Ragú de ternera
Parecen caracolas gruesas, con surcos parecidos a los ñoquis, pero tradicionalmente se enrollan contra una cesta de mimbre en Sardina, su lugar de origen. Otras pastas comparables serían las conchas, los gomiti (coditos), las orecchiette o los rigatoni. Recomiendo encarecidamente utilizar una pasta fresca para este plato.
NutriciónCalorías: 482 kcal, Carbohidratos: 46 g, Proteínas: 28 g, Grasas: 18 g, Grasas saturadas: 6 g, Colesterol: 134 mg, Sodio: 452 mg, Potasio: 498 mg, Azúcar: 2 g, Vitamina A: 445 UI, Vitamina C: 5,6 mg, Calcio: 135 mg, Hierro: 3,7 mg
Jessica es la madre, esposa y amante de la comida detrás de Savory Experiments. Está obsesionada con la mantequilla, la sal y el beicon y se pasa todo el tiempo en la cocina y detrás de una cámara. Jessica es colaboradora de PopKitchen by Parade, Better Homes & Gardens, The Daily Meal Food + Travel y ¡mucho más!
Ragú de ternera blanca
Este plato es tan fácil que es una opción estupenda para una cena, ya que puedes preparar el ragú con antelación y luego lo único en lo que tienes que pensar es en cocer la pasta. El resultado es rústico pero gratificante.
1. 1. Precalentar el horno a 200°C (400°F/Gas 6). Cubrir los boletus con 80 ml de agua hirviendo y dejar reposar durante 20 minutos. 3. Colar, reservando el líquido de remojo y desechando cualquier residuo arenoso.
4. Reducir el fuego a bajo, añadir la cebolla y cocer, removiendo a menudo, durante 3 minutos, o hasta que se ablande. Añadir el ajo y el romero y cocer, removiendo, durante 2 minutos, o hasta que estén ligeramente dorados. Añadir la mitad del vino tinto a la cazuela, subir el fuego a medio y llevar a ebullición, rascando la base de la cazuela para desprender los trocitos caramelizados.
5. Añadir el vino restante, el caldo, los tomates, la pasta de tomate, los boletus y su líquido de remojo y remover para mezclar. Vuelva a poner los jarretes y los jugos en la cazuela. Llevar a fuego lento, tapar y cocer en el horno durante 1 hora.
6. Sacar la cazuela del horno y dar la vuelta a los jarretes. Volver a meter en el horno durante 1 hora, o hasta que la carne se desprenda de los huesos. 7. Sacar los jarretes del líquido, colocarlos sobre una tabla de cortar y utilizar dos tenedores para desmenuzar la carne en trozos (desechando la grasa y los tendones). Retirar el tuétano de los huesos y reservar.
Receta de ragú a la boloñesa
Esta receta clásica de ragú italiano me la pasó mi encantadora amiga Laura; es una cocinera increíble y también muy italiana hasta la médula, no es de extrañar que esta salsa de ragú sea absolutamente mágica cada vez que la hago. Esta receta lleva una mezcla de carne de vacuno, ternera, paletilla de cerdo y panceta; la carne se cuece a fuego lento en tomates en conserva con ajo, cebolla, apio y zanahoria hasta que la carne se deshace. Algunos de los ingredientes secretos son el vino tinto, la leche (¡sólo nata entera!) y la nuez moscada molida. El diablo está en los detalles y estos pequeños toques realmente añaden suficiente profundidad y cremosidad para marcar la diferencia.
Esta receta requiere un poco de paciencia, pero es perfecta para los días fríos en los que no se puede salir de casa y se dispone de poco tiempo: esta olla caliente de carne salseada le mantendrá caliente y, sin duda, se verá recompensado por ello a la hora de servir.
La mejor manera de acompañar esta salsa es con pappardelle o, si tiene tiempo, con lorighittas (como en la foto). Se necesita algo bastante grueso y sustancioso para combinar con la pesadez de la salsa. Este ragú también queda muy bien sobre polenta cremosa, o servido entre láminas de pasta para conseguir la lasaña más lujosa que jamás haya probado. La receta rinde 6 raciones, pero si vas a dar de comer a menos personas, en lugar de reducir los ingredientes (puede ser difícil conseguir esos cortes de carne en porciones más pequeñas), prepara un poco más de salsa de ragú y guárdala en el frigorífico en un tarro hermético durante una semana; si no, guárdala en el congelador durante 1-2 meses.