Receta de Fritata De Patata / Receta de Fritata / Por Chef Ashok Thakur
¿Qué fue primero el huevo o la gallina? Esta pregunta capciosa siempre me recuerda una historia que me contaba mi madre: cuando era pequeña (iba a la guardería), la maestra me preguntó: ¿De qué color es la leche de vaca blanca? Y, por supuesto, dije blanco. Y luego me preguntó: ¿De qué color es la leche de vaca negra? ¿Qué crees que respondí? Negra… ¡por supuesto! Era un pensamiento lógico 😀 Volviendo a las gallinas y los huevos, este post tratará sobre la receta de una gallina que se puso tan dura que no se podía comer. Aunque sabía que la receta del libro se quedaba corta en tiempo de cocción y añadí una hora más… ¡¡¡la gallina estaba dura como una piedra!!! Por eso al final opté por repetirla con pollo.
¡Estoy avergonzada y de mí misma! Cómo he podido ser tan basurera? No sé dónde quedará mi credibilidad después de esto, pero tenía que contároslo… dicen que es de sabios corregir los errores… ¡¡¡pero yo no me siento nada sabia!!!
En primer lugar el plato es fantástico. En segundo lugar, ahora estoy convencida de que nunca JAMÁS aprenderé a hablar español – si a un pollo le llamas tres cosas diferentes dependiendo de su estado no quiero ni saber cómo se podrían describir otras cosas.
Pollo a la española en salsa de azafrán y almendras
La mayoría de nuestros Fat Boys acaban cortados en porciones individuales sin piel: así es más fácil guardarlos en el congelador y no hay que desplumarlos. La pechuga de pollo siempre ha sido la parte que menos me ha gustado… normalmente puede resultar un poco seca y sosa. Ahora que podemos comer nuestros propios pollos, al menos puedo decir que las pechugas no están ni secas ni sosas y saben muy bien simplemente hechas a la plancha con aceite de oliva y sal y un chorrito de zumo de limón al final.
Sin embargo, algunos de nuestros pollos son auténticos monstruos, y sin piensos artificiales. Sólo maíz, trigo y una larga vida (al menos en términos de pollos para comer) picoteando alrededor de nuestras aceitunas. Una pechuga de pollo puede pesar unos 500 g y es suficiente para alimentar a dos personas. A veces es bueno darle un poco de sabor, y éste es uno de nuestros platos favoritos.
Partir la pechuga de pollo en dos sin cortarla del todo. Rellénala con la crema de queso y ciérrala. Salpimentar y rociar con un poco de aceite de oliva, masajeando por todas partes.
Lo último en alitas de pollo con miel y limón
Es una receta que recuerdo hacer a mi abuela desde que era pequeña. De esas que te dejan un sabor de boca inolvidable en el recuerdo, y es que el pollo en pepitoria es una de las recetas que más me gusta preparar en los días de invierno. Fácil y deliciosa. ¿Te animas a hacerla?
En una cazuela ponemos un poco de aceite de oliva y doramos el pollo y lo sazonamos. Una vez dorado, lo dejamos reservado. En el mismo aceite, pochamos la cebolla picada con el ajo picado. Añadimos el pollo y dejamos que se dore todo.
El viaje a España – Polla en Pepitoria de Frank Camorra (MoVida)
Salpimentamos los cuartos traseros de pollo y los doramos en una sartén honda a fuego fuerte con un chorrito de aceite. Retiramos y reservamos. Añadimos un poco más de aceite y rehogamos la cebolla cortada en juliana hasta que esté tierna.
Mientras, en otra sartén, calentamos un poco de aceite y doramos los ajos pelados. Cortamos el pan en dados y los añadimos junto con las almendras. Cuando estén tostadas, retiramos la sartén del fuego y añadimos las hebras de azafrán. Removemos y dejamos que se tueste ligeramente con el calor residual.
Una vez pochada la cebolla, volvemos a poner el pollo en la sartén y regamos con el vino. Dejamos cocer un par de minutos para que se evapore el alcohol y a continuación cubrimos con el caldo y tapamos. Cocemos durante unos 60-90 minutos, o hasta que el pollo esté tierno.
Cortamos el huevo duro por la mitad y separamos la clara de la yema. Licuamos esta última con el ajo, las almendras, el pan y el azafrán, añadiendo un poco del caldo que retiramos de la cocción del pollo. Verter el resultado sobre el pollo.