Receta de Arroz brut
En Mallorca no hay un solo plato que no requiera aceite de oliva en su elaboración. Hacer una lista de recetas de cocina con aceite de oliva, significaría enumerar todos los platos que conocemos, y no tendría mucho sentido.
En el libro “L’olivera”, Andreu Estarellas Pascual,de Bunyola, nos dice en el año 1952 que el plato que más se come en el campo y también en la capital, sobre todo para cenar, son las Sopas Mallorquinas. Instrucciones de cocina:
Del libro “La cocina conventual en Mallorca”, editado en Palma en 2005, reproducimos esta receta del convento de Santa Magdalena de Palma, canónigos regulares de Sant Agustí, explicada por Sor Margalida Riutort, nacida en Petra en 1927:
“Quitamos la cabeza y las tripas a las sardinas sin abrirlas. Se limpian bien en agua clara. Hervirlas en agua con sal y un vaso de vinagre durante una hora. Dejar enfriar y ponerlas en un recipiente cubiertas de aceite de oliva”.
PREPARACIÓN: Freír el conejo con aceite de oliva en una cazuela y añadir agua. Sofreír la cebolla bien picada con el tomate, el ajo y el perejil. A continuación, mezclar el conejo y la salsa en la cacerola y sazonar con sal, pimienta, canela y, si se desea, un poco de clavo. Una vez cocido, servir caliente”.
Tumbet
El tumbet o sopa mallorquina es un plato típico de la gastronomía de la isla de Mallorca,[1][2] es un plato rústico, a menudo de textura más parecida a una cazuela o a un guiso muy espeso,[3][4] se suele comer con tenedor y no con cuchara,[5][5] es un plato que aparece en la Edad Media,[6][7][mejor fuente] su origen es campesino,[8] probablemente de los pueblos de la montaña mallorquina (Serra de Tramuntana).
Este plato aparece en la Edad Media[6][7][mejor fuente necesaria] Su origen es campesino,[8] probablemente de los pueblos de la sierra mallorquina (Serra de Tramuntana)[9][10] Reflejo de la dureza de la vida rural, tradicionalmente se elaboraba con los productos disponibles en la huerta, principalmente coles, cebolletas, puerros y ajos, a los que se añadía pan duro y caldo de verduras. En raras ocasiones, podía incluirse carne o setas[11]. Según una fuente, lo preparaban sin cerdo los chuetas, aquellos descendientes de judíos convertidos a la fuerza durante la Inquisición, que habían vivido en la isla durante siglos, y luego se extendió entre el resto de la población mallorquina[6][se necesita una fuente mejor].
Pa amb oli
La cocina mallorquina va más allá de la simple gastronomía. Porque, como ocurre en el resto del Mediterráneo, en Mallorca comer es realmente una forma de vida. Es el símbolo máximo de la filosofía de vida colectiva y de una cultura que seduce a los visitantes de las Islas Baleares y de Mallorca, en particular.
La cocina mallorquina se caracteriza por su amplio espectro de sabores, que van de lo salado a lo dulce, pasando por especialidades como la sobrasada y las ensaimadas, sus platos más conocidos. Pero la lista de recetas continúa. Aquí le ofrecemos algunos de los platos más populares y deliciosos de esta cocina.
Lo más curioso de las sopas mallorquinas es que se pueden tomar con tenedor, ya que casi no tienen líquido. La sopa consiste en varias rebanadas de pan moreno de payés remojadas en caldo de verduras, utilizando distintas hortalizas, según la temporada.
Las verduras son también la base del tumbet (o tombet). Estas verduras (patatas, pimientos rojos y berenjenas, aunque también pueden utilizarse otras como el calabacín) se cortan en rodajas. Después de freírlas, se colocan en capas, se cubren con una salsa de tomate, ajo y aceite de oliva, y se cuecen al horno.
Sobrasada
Uno de los platos navideños más típicos aquí en Mallorca es la famosa sopa rellena de Navidad y con este frío que hace… ¿quién puede resistirse a un buen plato de sopa caliente? Y si utilizas ingredientes de primera calidad comprados en el Mercat de Santa Catalina mucho mejor.
La sopa rellena de Navidad es muy fácil de preparar pero siempre se convierte en el plato estrella durante las Navidades. Para prepararla, debemos rellenar los galets con una mezcla de carne picada de cerdo y ternera que podéis encontrar en nuestra carnicería, y os la podemos picar. A esta mezcla le añadimos un diente de ajo muy pequeño, una pizca de nuez moscada, perejil y un huevo.
Cuando tengamos los galets llenos, sólo nos quedará preparar un buen caldo. Para ello, podemos utilizar una pieza de pollo de corral, y 250 gr de morcillo de Avesa. También utilizaremos una zanahoria, una patata, un puerro, media cebolla, un tomate, tres litros de agua y sal.