Yemas de Ávila
Dulce en forma de pequeñas esferas elaborado a partir de una pasta de almíbar y yema de huevo con azúcar, y recubierto de azúcar en polvo. La denominación “Yemas de Santa Teresa” corresponde a una marca registrada de la empresa Yemas de Santa Teresa S.A. de la ciudad de Ávila (Castilla y León), que a su vez hace referencia a la tradición originada por las monjas de dicha ciudad, cuna de Santa Teresa de Jesús.
Se deshacen en la boca sin necesidad de ejercer ninguna presión. La textura del interior contrasta con el exterior crujiente de azúcar, y persiste en la boca. En el paladar se percibe una clara y plena sensación de yema de huevo, que recuerda al dulce conocido como tocino de cielo, con un dulzor persistente.
El proceso de elaboración comienza con la preparación de un almíbar a base de azúcar y agua, cuidando que no alcance el punto de caramelo. Una vez separado de la clara, se cuela la yema para eliminar las impurezas y la membrana que la rodea.
Esta yema fresca se mezcla con el azúcar y se pone al fuego, removiendo continuamente hasta que se convierte en una pasta cremosa de color amarillo anaranjado. A medida que se calienta se va espesando hasta alcanzar su punto óptimo. Una vez en este estado, se coloca en bandejas de acero inoxidable y se deja reposar entre 24 y 48 horas hasta que se endurece y se forma una costra en la parte superior al comenzar a secarse.
Caramelos de Yemas
Yema significa HUEVO YOLK en español. ¡Sorpresa! ¡Sorpresa! ¡Estos caramelos parecen yemas de huevo! Estos caramelos me cautivaron desde la primera vez que vi y probé uno. Aunque parezcan yemas de huevo conservadas en azúcar, en realidad son un caramelo blando de crema pastelera. He visto yemas de huevo curadas en sal que se parecen a estos caramelos, pero estos son caramelos completamente cocidos que son dulces, brillantes y deliciosos.
Su origen es incierto, pero hay varias opiniones sobre su procedencia. Una teoría supone que fue una pastelería de la Edad Media en Andalucía llamada “Flor de Castilla” la que vendió por primera vez un dulce con el nombre de “Yemas de Santa Teresa”. Don Isabelo Sánchez, fundador de la pastelería “La Dulce Aviles” (hoy conocida como “Flor de Castilla”) en Ávila comercializó el pastel en 1860 con el nombre de “Yemas de Santa Teresa”. El éxito del plato fue grande y otros pasteleros de Ávila pronto comenzaron a vender pasteles similares a los que llamaron “Yemas de Ávila”. Otra teoría atribuye a los monjes del convento de Teresa de Ávila la invención del plato.
Receta de yema de huevo confitada
Yemas de huevo confitadasEstas yemas dulces se encuentran en toda España, pero se suelen asociar a Castilla, y especialmente a Ávila, ciudad natal de Santa Teresa. Siempre había considerado estas yemas confitadas como demasiado dulces y pesadas, hasta que probé las que producen las Yemas Santa Teresa en Ávila. Hay que empezar a preparar las yemas un día antes de servirlas, ya que necesitan reposar 24 horas en la nevera.
Recetas de postres españoles: Muchos de los postres más conocidos de España son suaves, cremosos y ricos flanes -elaborados con la leche y los huevos de alta calidad del país-, como el flan, la crema catalana y el tocino de cielo.
Receta de yema
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Las Yemas de Santa Teresa o Yemas de Ávila son un dulce que se identifica con la provincia española de Ávila. Su fama se ha extendido por todo el país y se pueden comprar en toda España, pero normalmente son un recuerdo relacionado con la ciudad de Ávila.
Un posible derivado conocido como yema es también un manjar popular en Filipinas, antigua colonia de España. Sin embargo, se elaboran comúnmente en forma de pequeñas pirámides o bolas y se venden como confitería y no como pastelería[1].
El origen del pastelito es incierto, pero hay varias opiniones sobre su procedencia. Una teoría supone que fue una pastelería de la Edad Media en Andalucía llamada “Flor de Castilla” la que vendió por primera vez un pastel con el nombre de “Yemas de Santa Teresa”.